¿En que consiste el trabajo con polaridades en Terapia Gestalt?

En psicología Bilbao Descubrirte se utiliza la Terapia Gestalt. Dentro de la Terapia Gestalt hay una técnica de exploración que se llama polaridades. Las polaridades son los extremos opuestos de una misma dimensión, como puede ser bueno/malo, tímida/extrovertida, generosa/egoísta, fuerte/débil.
Cada persona se identifica más con una de las dimensiones de la polaridad. Por ejemplo: una persona puede identificarse con “ser buena” y le sea muy difícil verse como mala o envidiosa. O se identifica con ser una persona generosa y a su parte egoísta la tiene más escondida.

Vamos a ver un ejemplo con el trabajo de Polaridades:

Una paciente, que vamos a llamar Ana, me decía que se recordaba a sí misma de pequeña mirándose al espejo e intentaba poner cara de buena, practicaba su mejor cara y cuando se veía enfadada en el espejo reprimía esa parte de sí. El enfado no era aceptado en su interior y por supuesto, también era mal visto por su familia. De ella se esperaba que fuera buena niña, que no diera problemas, que fuera “perfecta”.
Ana en su vida de adulta seguía en su papel de “niña buena” era la maja del vecindario, la amiga que llamaban cuando alguien necesitaba ayuda, la que no decía “no” en el trabajo… y ahora… este papel le empezaba a pesar. Le costaba mucho enfadarse en el trabajo, le costaba poner límites a su pareja, sentía mucha ansiedad y ya no podía más.
El trabajo con polaridades le ayudó a poder permitir esa parte de ella que tenía como “su parte oscura”. Una parte de ella sí era egoísta, entendiendo esta palabra como atenderse a sí misma y respetarse frente a los demás. Para Ana, la polaridad opuesta de niña buena fue “la que se enfada”, la mala, la que no agrada siempre.

¿Para qué ayuda la exploración de la  Polaridad en el tratamiento de psicoterapia y terapia gestalt?

El objeto de trabajar con las polaridades es poder llegar a la integración. Cualquier persona necesita defenderse y poner límites y para ello es necesario tener a disposición y validado el personaje interno “que se puede enfadar”, que puede poner límites. Si internamente no nos permitimos el enfado o nos enjuiciamos, ¿de que manera va a pedir Ana un aumento de sueldo? ¿Como va a decir a sus compañeros de trabajo que tiene que irse cuando termina su hora de jornada laboral?

Así, las polaridades, al ser opuestas son disonantes. Ambas están en conflicto y generan malestar, incomodidad, ansiedad, pensamientos repetitivos… Dos pensamientos que son diametralmente opuestos y que aunque ambos están en nuestro interior, como hemos dicho, nos sentimos más identificados con uno de ellos. Así que aunque, Ana se identifique con su lado de “niña buena” el otro lado también habita en ella y solo necesita reconocerlo, validarlo, darlo espacio y eliminar el juicio para que esa parte empiece a salir. Y así Ana podrá comenzar a poner límites y defender sus propios intereses.

Así, la técnica de polaridades pretende integrar los pensamientos, impulsos, emociones y sensaciones en conflicto. El trabajo con polaridades que se utiliza en mi centro psicología, se centra en que la persona pueda tomar conciencia de cada una de las dos partes opuestas (polaridades) que conviven en su personalidad (agresión/sumisión, crueldad/amabilidad). Después se restaura el contacto con estas dos polaridades, de tal forma que estas se integren en su conciencia, como le sucedió a Ana.  Esta forma de conciencia e integración permite a la persona un estado de bienestar, la posibilidad de tomar decisiones y por ende ejercer un mayor control sobre su propia conducta.

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Bibliografía:

Castanedo, C (1981) Uso de las polaridades en la terapia gestaltica- Rev. Cost. Cienc. Méd, 2(2) Recuperado de: https://www.binasss.sa.cr/revistas/rccm/v2n2/art3.pdf